El nombre Oropendola nace en el cálido paisaje de las sabanas de Montería. Es uno de los lugares del mundo donde viven las oropéndolas, unos pájaros negros de pecho amarillo que tejen sus nidos como si fueran péndulos. El nombre, además de la belleza del ave, es sonoro, como su mismo canto. Además, es un ave migratoria, y en Oropendola hablamos de migrar a distintos saberes artesanales, como metáfora de nuestro deseo de mantenernos vigentes y potenciar esos conocimientos.